La visión de Dios para nosotras es más de lo que nuestros ojos pueden percibir, es tan perfecta que no lo podemos dimensionar y el ser humano muchas veces obstaculiza para que se cumpla.
La visión de Dios para nosotras es más de lo que nuestros ojos pueden percibir, es tan perfecta que no lo podemos dimensionar y el ser humano muchas veces obstaculiza para que se cumpla.