En este capítulo nuestro Señor Jesucristo nos invita a tener una vida fructífera; sin embargo para poder tenerla es necesario reconocer que lejos de su amor y cuidado no podemos hacer nada.
En este capítulo nuestro Señor Jesucristo nos invita a tener una vida fructífera; sin embargo para poder tenerla es necesario reconocer que lejos de su amor y cuidado no podemos hacer nada.