Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Jesús que es el hijo de Dios, oraba mañana, tarde y noche, porque la oración es un arma poderosa que nos pone en comunicación directa con Dios, quien responde a nuestras necesidades.
Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios. Jesús que es el hijo de Dios, oraba mañana, tarde y noche, porque la oración es un arma poderosa que nos pone en comunicación directa con Dios, quien responde a nuestras necesidades.