Bosquejos

Si hay una cualidad que ayuda en cada área de la vida es el ser enseñable, y para ser enseñable no se tiene que ser el más capaz o el más preparado, sino estar dispuesto a aprender de cualquier situación.

Bienaventurado (dichoso) es una felicidad plena concedida por Dios, y afortunados y dichosos los que encuentran la sabiduría y la siguen, ya que sus frutos no tienen comparaciones y nos hace caminar confiadamente en el camino de Dios.

Lo primero que debemos entregarle a Dios es nuestro corazón, porque en él se libera de muchos conflictos, resentimientos, rencores y odio.

Si clamamos a la inteligencia y la escudriñamos como un tesoro, entonces entenderemos el temor a Dios y hallaremos su conocimiento.

Cuando le entregamos nuestra vida al Señor Jesucristo nos convertimos en ciudadanos del Reino de Dios y aquí en la tierra somos peregrinos y extranjeros y el mundo no es nuestro lugar final porque no pertenecemos a él.