Lo que sostiene nos recuerda que la presencia y bendición de Dios es esencial para tener éxito en todas las áreas de la vida, a nivel personal como de familia, no debemos confiar únicamente en nuestras fuerzas, capacidades y en la sabiduría humana, sino buscar la guía y la bendición divina en todo lo que hagamos o emprendamos, es la única manera de tener un futuro prometedor.