Algo de lo que debemos estar pendiente es de nuestra mente, porque es nuestro campo de batalla donde ganamos o perdemos y así observar si es el Espíritu Santo que tiene el control o el enemigo si apuntan pensamientos dañinos.
Algo de lo que debemos estar pendiente es de nuestra mente, porque es nuestro campo de batalla donde ganamos o perdemos y así observar si es el Espíritu Santo que tiene el control o el enemigo si apuntan pensamientos dañinos.